Nos movemos porque no hay planeta B

24 marzo 2022

Si preguntáramos a cada una de las personas migrantes que conocemos cuáles fueron sus motivos para migrar, seguramente encontraríamos una respuesta distinta, o con matices, a cada una de nuestras preguntas. Cada persona que se ve obligada a migrar lo hace por una razón distinta, con una historia personal y vital distinta, con unos objetivos y esperanzas distintos. A pesar de ello, un estudio de la ONU realizado entre enero y junio de 2021 afirma que la violencia, la inseguridad y el cambio climático son los tres factores al alza que siguen obligando a muchas personas a abandonar sus hogares.

Tan solo en el año 2020, más de 30 millones de personas, cifra que equivaldría a prácticamente la totalidad de la población de España, se vieron obligadas a huir de sus casas por causa de la crisis climática, como desastres naturales, huracanes o tormentas, incendios forestales, temperaturas extremas o sequías duraderas. 

Además, según prevé el último informe del Banco Mundial sobre migraciones por causa climática, 216 millones de personas podrían verse obligadas a desplazarse dentro o fuera de su país por motivos climáticos en el año 2050.

Migrar por razones climáticas

A menudo estas migraciones por causa climática suelen darse dentro del propio país, por la relación con el territorio que es su hogar y por la falta de recursos para intentar un destino distinto. En consecuencia, la situación de estas personas se ve agravada por la necesidad de quedarse en un país que tampoco dispone de la capacidad para poder ofrecerles la ayuda y recursos que necesitan. 

La realidad es que los países que cuentan con menos recursos son quienes normalmente menos contribuyen a esta situación. Es por ello por lo que los responsables de los países que más han perjudicado al planeta y más han favorecido esta crisis climática deben tomar medidas inmediatas para reducir las alarmantes cifras que tenemos sobre la mesa, por ejemplo la reducción inmediata de los gases de efecto invernadero, la corrección de las brechas de desarrollo, la restauración de sus ecosistemas, o la ayuda a las personas en cuanto a adaptación medioambiental se refiere.

La crisis climática es una emergencia real que afecta directamente nuestra sociedad, aún así, hoy en día el concepto de refugiadas climáticas sigue sin estar recogido en la Convención de Ginebra, y por tanto sin derecho a asilo por esta razón, ya que las consecuencias de la crisis climática no se entienden como un peligro para la vida.

Muchos países sí otorgan a las personas migrantes por causa climática un visado humanitario, entendiendo que negarlo sería condenarlas a volver a un país donde ya no existen los recursos para subsistir.

Por el cuidado de nuestra Casa Común

El cambio climático requiere de medidas urgentes y coordinadas para detener sus efectos sobre lo que nos rodea. Las entidades salesianas que promovemos “Déjame que te cuente”, bajo el paraguas de la red internacional Don Bosco Green Alliance, queremos encontrar soluciones comunitarias a los problemas y a las injusticias causadas por la crisis climática. Vemos necesario la integración de prácticas concretas, tanto individuales como colectivas, para alcanzar un mundo más sostenible y reducir el impacto ambiental, sin olvidar el derecho que todas las personas tienen a vivir en un entorno sano con un adecuado desarrollo. La ecología y el desarrollo humano son retos presentes y futuros de nuestras organizaciones para alcanzar la transformación social.

Sobre «Déjame que te cuente»

En “Déjame que te cuente” abrazamos el concepto de amor fraterno. Creemos que es importante recuperar este concepto y usarlo en la generación de una comunicación que rompa barreras y muros, que una a las personas, poniendo en valor la diversidad y el encuentro con otras culturas, haciendo de la alegría una herramienta para sembrar más amor. 

Gracias a la financiación del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, a través del Fondo Asilo, Migración e Integración, y del Ministerio de Asuntos Sociales y Agenda 2030, la campaña “Déjame que te cuente” trabaja las narrativas del amor poniendo el foco sobre los colectivos más vulnerables: mujeres, infancia y jóvenes extutelados migrantes.

“Déjame que te cuente” se puede seguir a través de la web y del perfil de instagram creados ex profeso para desarrollar la campaña y donde se compartirán diferentes materiales y recursos. También se puede seguir a través de las cuentas corporativas en redes sociales de la Coordinadora Estatal Plataformas Sociales Salesianas y de las entidades que la forman.